Las cárceles o recintos penitenciarios se han convertido en auténticos burdeles al ser visitados por una infinidad de mujeres de la vida alegre, que para ganarse la vida se acuestan hasta con 20 hombres por día, y en las visitas familiares o conyugales.
SODOMA Y GOMORRA
Y para poner la cereza sobre el pastel, a las cárceles hondureñas ingresan semanalmente hasta 20 mujeres o sexoservidoras para prestar sus servicios carnales a los privados de libertad.
Un exreo indicó que hay mujeres ya plenamente identificadas que aprovechan las denominadas visitas familiares o conyugales otorgadas por el Instituto Nacional Penitenciario (INP), para mantener relaciones sexuales con los presos, siempre a cambio de dinero.
Una mujer en el día se acuesta hasta con 20 hombres, por 200 lempiras y las más baratas o “garras” cobran 100 lempiras, explicó. Ellas tienen un guía (recluso) que es el encargado de andarlas acompañando dentro de las cárceles, cuando las féminas se andan acostando a diestra y siniestra con los otros reos, claro siempre cobrando por sus servicios”, detalló.
Esos mismos “guías” son los que proporcionan a las prostitutas condones, toallas, y otros productos de limpieza, prosiguió relatando. Cabe mencionar que los días de visita, entre sábado y domingo, se convierten en auténticas “Fiestas Locas”, porque duran hasta 48 horas.
El entrevistado amplió que los denominados “Toros” tienen más preferencia con respecto a los demás reclusos, porque los vinculados al narcotráfico tienen acceso a otro tipo de mujeres, denominadas “Escort” o mujeres prepago de alta gama.
