Fuentes diplomáticas en Roma confirmaron al medio Confidencial que la representante del gobierno nicaragüense ante la Santa Sede, Yara Suhyén Pérez Calero, comunicó “verbalmente” la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano, en Roma, aludiendo a las declaraciones del Santo Padre, en las que por primera vez se refirió de forma contundente a los ataques del régimen contra la Iglesia católica.
El papa elogió además al encarcelado obispo Rolando José Álvarez: “Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”.
El obispo de Matagalpa, de 56 años, estaba detenido desde agosto por conspiración y rechazó ser deportado a Estados Unidos con otros 222 opositores excarcelados y expulsados del país por ser «traidores a la patria».
«Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas (…) Son un tipo de dictaduras groseras», añadió el santo padre.
Nicaragua se unirá al reducido número de países que no mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede: Vietnam, Corea del Norte, China, Laos Somalia, Omán, Mauritania, Maldivas, Islas Comoros, Brunéi, Afganistán y Arabia Saudita, además de Bután.
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El Papa dijo a Infobae: «Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige».