Se conoció que los encargados de los negocios tras recibir un teléfono extorsivo no lograron un acuerdo de pago, por lo que se procedió al cierre de los mismos. Por tal razón, la estación de carga de combustibles está cerrada y con barricadas que bloquean el paso. En el lugar ya no se encuentra personal más que los guardias de seguridad.
La preocupación por la inseguridad continua para el sector empresarial donde las extorsiones no dan tregua y ahora es un problema que afecta a nivel nacional, lamentó el representante de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio e Industrias (Fedecámara), Obdulio Hernández.