Fariñas fue detenido «porque había una orden de que él no podía salir ni hoy ni mañana (sábado)», según dijo a EFE en conversación telefónica desde su domicilio.
Relató que su arresto tuvo lugar cuando iba hacia la casa de su madre, que vive cerca de la suya, y desde ahí fue conducido en un patrullero hasta la unidad provincial de investigaciones criminales, donde «no hubo ningún interrogatorio».
«Lo detuvieron esta mañana cuando iba a ver a un amigo», dijo horas antes a EFE Alicia Hernández, madre de Fariñas.
Hernández, quien presenció el arresto de Fariñas, explicó que «a él le dijeron (las autoridades policiales) que no podía salir en tres días de la casa», coincidiendo con las fechas en las que se desarrolla la cumbre del Grupo de los 77 y China, en La Habana, con la presencia de delegaciones de más de 100 países.
Además, refirió que Fariñas dijo que «en su casa no podían tenerlo preso», y cuando salió «no iba a otra cosa sino a ver a su amigo -que no dejó de ayudarlo cuando nadie se acercaba- y ahora está ciego y en baja».
Fariñas escribió en X (antes Twitter): «Quiero dejar bien claro, que mi casa no es calabozo y saldré de mi casa, como hago siempre y si van a arrestar, pues que arresten».
«Se lo llevaron (detenido), la Cumbre es por tres días y se fue sin medicamentos», recalcó la madre del disidente y recordó que «está inmunodeprimido, tiene 17 operaciones y padece epilepsia».
Fariñas, un psicólogo de 61 años, es uno de los opositores cubanos más conocidos a nivel internacional, particularmente por las 28 huelgas de hambre que ha realizado desde 1995, en su mayoría con demandas al Gobierno por el cese de la represión contra los disidentes.
El Gobierno de Cuba considera a los disidentes «contrarrevolucionarios» y «mercenarios» al servicio de los intereses de Estados Unidos y niega que tenga presos políticos en sus cárceles.