Dos rutas del transporte interurbano y una de taxis colectivos se sumaron al cierre de terminales en la capital, por el constante asedio de grupos de extorsionadores que han aumentado sus amenazas en los últimos días, al cobrar mayor cantidad del mal llamado “impuesto de guerra”.

Transporte Banegas, empresa que presta servicio de transporte hacia el departamento de El Paraíso, desde ayer se encuentra paralizada a causa de la extorsión, reportaron los usuarios.

La empresa, cuya terminal se encuentra frente al mercado Jacaleapa, de Tegucigalpa, desde ayer ya no prestaba el servicio, dejando varadas a decenas de personas que intentaban viajar al oriente del país.

Todas las unidades del transporte que funcionan desde la terminal del mercado Jacaleapa ya habían paralizado sus operaciones, hace cuatro días a causa de la extorsión. Grupos delictivos exigen a los transportistas cobros a cambio de seguridad y dejarlos operar en las rutas ya establecidas.

Ayer mismo, en la capital también se paralizó la ruta de taxis Cerro Grande-Centro, luego que una unidad sufriera un atentado por cobro extorsivo.

Todos los rubros del transporte a nivel nacional pagan al menos 250 millones de lempiras mensualmente por concepto de extorsión, según la dirigencia del sector. Los taxistas que evitaron hablar con la prensa señalaron de forma anónima que los grupos delictivos han aumentado las cuotas.

También expusieron que pagan extorsión a varios grupos y ya no pueden sostener esas erogaciones. Los usuarios debieron buscar alternativas para poder trasladarse hacia sus centros de trabajo o estudios.

En la zona también funciona el servicio de autobuses conocidos como “rapiditos”, pero también operan de forma parcial a causa de la extorsión.