Dejar enchufado este dispositivo puede provocar un aumento de temperatura en el teléfono y de esta manera, se afecta la vida del celular.

De acuerdo con la plataforma Techwalla, si bien el cargador de un teléfono celular no consume la misma energía que un electrodoméstico, sí consume energía pasiva -hablamos de cerca de 0.2 Watts por hora-.

Si nos vamos por los extremos, dejar el cargador del celular conectado puede hacer que haya un cortocircuito, lo que puede generar un peligro de incendio.

Otras personas también dejan sus teléfonos cargando en sus camas; ante ello, expertos alertan a no colocar los teléfonos debajo de la almohada o sobre la ropa debido a que esto podría traer consecuencias graves.

Por ello, se recomienda cargar los teléfonos sobre una superficie plana o de manera para que no se produzca mucho calor y se evite un incendio por los materiales inflamables.

Cabe recordar que, mientras más se cargue el teléfono, se reduce la capacidad de que la batería disminuya con cada ciclo. En conclusión, a mayor tiempo de que el dispositivo se encuentre conectado, disminuye más la vida de la batería.