La movilización realizada este lunes a nivel nacional fue cooptada por funcionarios del Ejecutivo hondureño y militantes del Partido Libertad y Refundación (Libre), estiman los analistas consultados.
Los analistas indicaron que esperaban este 1 de mayo, Día del Trabajador, un movimiento sindical más independiente y menos domesticado, destacando que problemas como la salud y educación fueron ignorados en los discursos.
«Cuando el dirigente gremial o sindical apoya a un gobierno y se compromete con él, pierde autonomía, independencia y capacidad de análisis; en algunos casos en provecho personal», dijo el sociólogo Pablo Carías.
La Plaza Central de Tegucigalpa se pintó de los colores rojo y negro, la cúpula sindical utilizó el escenario para apoyar parte de las demandas gubernamentales como la Ley de Justicia Tributaria y la no aprobación de la Ley del Empleo Parcial.
Por su parte, la directora de la Federación de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo de Honduras (Foprideh), Melissa Elvir, lamentó que se haya dejado al margen otros temas también importantes.
«El tema de salud y educación también se debió alinear y exigir a este Gobierno. Hoy hubo un discurso que hasta cierto punto se pega con ideologías del Gobierno socialista», apuntó Elvir.