El abultado saldo del servicio de la deuda pública; interna y externa, es un impedimento para cancelar las deudas de proveedores nacionales, expone Finanzas, extremo que preocupa al sector construcción que reclama un monto cercano a 1,600 millones de lempiras.
En esos términos se refirió César Bran presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), ya que la situación es complicada a partir de las declaraciones en un medio de comunicación de la ministra de Finanzas, Rixi Moncada, que reconoció la deuda, pero argumentó que el pago de préstamos e intereses dejan poco espacio presupuestario.
“Nos ha dejado preocupados, hemos solicitado reunirnos con ella y esperamos tener una pronta respuesta y los pagos adecuados para nosotros los contratistas”. De acuerdo a Bran, es una deuda que viene desde el 2021 cuando entró en liquidación Invest-H luego de una serie de actos de corrupción a lo interno de lo que fue ese ente paraestatal.
Solo de “Invest-H todavía se deben 500 millones de lempiras y luego de proyectos de emergencia que se ejecutaron en octubre y noviembre del año pasado. Todavía hay una deuda de 800 millones de lempiras”, pormenorizó.
Para este año, se presupuestaron casi 50 mil millones de lempiras para el pago del servicio de la deuda pública, es la partida más alta en las finanzas públicas y este mes toca hacer cuantiosos desembolsos a bancos nacionales, fondos de pensiones y multilaterales de crédito, según Finanzas. Las empresas constructoras y consultoras aseguran tener las actas de recepción de cada una de las obras entregadas en su momento al Estado.
