La presidenta Xiomara Castro rechazó este jueves la denuncia hecha por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) en un informe, en el que señaló un alto nivel de «nepotismo» en el Gobierno y advirtió sobre «una concentración de poder» en el país.
La mandataria aseguró que su gobierno y su familia sufrieron «tendenciosos ataques» durante una conferencia de prensa del CNA, en la que «con infamia y manipulación» el ente anticorrupción «se dedicó a denigrar funcionarios del Estado y a nuestras familias».
Aseguró que «no podrán difamarnos» y destacó que los funcionarios de su Gobierno «son compañeros de lucha que se opusieron férreamente al golpe de Estado (de 2009) y que durante 12 años y 7 meses denunciaron el saqueo, los crímenes, los fraudes electorales y que ahora colaboran honestamente en el proyecto de refundación de Honduras».
«Yo les pregunto, ¿cuál concentración de poder?, Si en el Congreso Nacional ni siquiera podemos aprobar o ratificar un acta» porque «el poder lo siguen teniendo los mismos que continúan saqueando este país», apostilló Castro.
El informe del CNA, titulado «Concentración de poder» y presentado este miércoles, señala «el nepotismo que ha surgido con la instauración del nuevo Gobierno ha dado el espacio para visualizar la inminente concentración de poder que está operando en el Gobierno actual de la presidenta Xiomara Castro».
De igual modo, condena que «los puestos estratégicos y de los que se requiere un contrapeso están dirigidos por miembros de la misma estructura política y por miembros de su misma familia, ocasionando el acaparamiento institucional por una minoría».
Los tres poderes del Estado de Honduras y otras instituciones están «alineadas a la misma idea de pensamiento del Poder Ejecutivo, lo cual evidencia la inexistencia de un sistema de no subordinación», destaca el estudio del CNA.
El ‘familión’
El documento enfatiza que el poder del Estado «ha sido adquirido por una sola familia» luego de que los hondureños eligieron como presidenta del país a Xiomara Castro, quien ha permitido que su núcleo familiar ocupe cargos importantes en el Gobierno.
Aunque no hay ninguna sanción o prohibición, diversos sectores han cuestionado que su esposo, el expresidente Manuel Zelaya Rosales (2006-2009), sea su principal asesor presidencial, o que su hijo, Héctor Manuel Zelaya Castro, sea su secretario privado. Ambos usualmente se sientan a su par durante los Consejos de Ministros.
Otro nombramiento altamente cuestionado fue el de su sobrino político, José Zelaya (hijo del secretario del Congreso, Carlos Zelaya), como secretario de Defensa.
