Este ciudadano venezolano carga consigo la esperanza de prosperar y sus herramientas de barbero: una máquina inalámbrica, tijeras, un espejo, cepillos, peines, una rasuradora y una secadora.
Actualmente, el joven se encuentra en los bajos del Congreso Nacional de Tegucigalpa, ofreciendo cortes de cabello por 50 lempiras. Anteriormente, brindó sus servicios en Trojes, El Paraíso.
El migrante reveló que abandonó Venezuela al considerar que su nación «ya no sirve para nada, el Gobierno lo quiere todo para ellos y para uno no queda nada. Eso no tiene valor, es necesario salir por el futuro de nuestros hijos«, afirmó en una entrevista con noticieros Hoy Mismo de TSi.
Afortunadamente, recibe apoyo de sus compatriotas que tienen el mismo destino y se convierten en sus clientes en su barbería móvil.
En este contexto, el joven espera recaudar suficientes fondos para continuar su travesía hacia el norte del continente en busca de mejores oportunidades de vida.