El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pidió el sábado expulsar a Taiwán como observador del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y solicitó la incorporación de Rusia al bloque, en medio de acuerdos con China para construir 12,000 viviendas y plantas térmicas.
Daniel Ortega pidió, además, que se integre a Rusia como miembro pleno del SICA.
Ortega habló en un encuentro con el jefe de la Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo (CIDCA), Luo Zhaohui, que fue televisado. Allí señaló que Taiwán, una isla autónoma que Pekín considera una provincia rebelde, es «una base militar» de Estados Unidos.
«El SICA no puede seguir admitiendo a Taiwán dentro de su sistema, esa base militar yanqui que se llama Taiwán tiene que ser retirada, expulsada del SICA», afirmó.
«Hoy está más claro que nunca que Taiwán no es más que una base militar del imperio norteamericano. Estamos seguros que llegará el momento en que Taiwán será libre de esa ocupación militar (…) más pronto que tarde», agregó Ortega.
Sin Taiwán y con Rusia
El SICA fue creado en 1991 por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. Belice se agregó como miembro pleno en 2000, y República Dominicana lo hizo en 2013. Estados Unidos y Taiwán son observadores del organismo regional, mientras que la petición de Rusia para sumarse está en trámite.
Cuando fue constituido el SICA, los países centroamericanos tenían relaciones diplomáticas con Taiwán y no con China.
«Un mundo nuevo»
Desde que China y Nicaragua establecieron relaciones diplomáticas, ambos países han firmado memorandos de entendimiento para promover inversiones chinas en el país centroamericano.
El sábado, medios oficialistas de Nicaragua anunciaron varios acuerdos entre la Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo y el gobierno de Ortega para construir 12.000 viviendas sociales y plantas térmicas.
Según Ortega, la cooperación china es «una muestra» de los «principios» del presidente chino Xi Jinping para crear «un mundo nuevo» donde todas las naciones «podamos encontrarnos y vivir en paz, seguridad y con respeto a la soberanía».