El debilitamiento en algunos sectores si se aprueba la Ley Tributaria, podría ser significativo, este sería el caso del sector de energía, según lo plantean analistas del área de económica y técnicos en el tema de energía.
– Sin incentivos se impondrá pago de impuestos a las fuentes de generación, eso implicará aumento en la tarifa para el consumidor y sector industrial.
Aunque se conoció de la socialización que emprendió la Comisión dictaminadora del Congreso Nacional (CN), con ciertos sectores, aún persisten muchas dudas, pero en el sector eléctrico más que dudas son certezas de que este proyecto de Ley si tendrá un efecto negativo y hasta devastador.
Lo anterior porque restaría competitividad, impactaría con tarifas más altas e impediría el cumplimiento de metas en cuanto a la descarbonización.
“De aprobarse esta Ley, el impacto no solo es en cuanto a incremento en tarifas, si no que se encarecerán los paneles solares y no habría un marco legal de incentivos para grandes proyectos de energía renovable”, planteó el economista y experto en la temática energética Kevin Rodríguez.
Además, a nivel centroamericano Honduras sería la excepción, “eso definitivamente va a impactar en que generemos con más térmico y posiblemente en los apagones”.
Según los estudios del sector encarecerá las nuevas inversiones en energía renovable.
-Aumento en tarifa sería aproximadamente de un 15 %
Demoledora derogación del Decreto 70-2007
El proyecto de Ley de Justicia Tributaria en el Artículo 15 en el apartado de la Derogatoria de las Exoneraciones, en el inciso 4, plantea la derogación de la Ley de Promoción a la Generación de Energía Eléctrica con Recursos Renovables, misma que está contenida en el Decreto No. 70-2007 de fecha 31 de mayo de 2007 y sus reformas e interpretaciones.
¿Cuál es el impacto de esta derogación?
Según los estudios del sector encarecerá las nuevas inversiones en energía renovable, con lo cual se perdería la competitividad a nivel de la región ya que el resto de países de Centroamérica mantienen sus paquetes de beneficio. Limitaría nuevas inversiones y como consecuencia no se podría hacer frente a la demanda de crecimiento y reducir el déficit de suministro; a lo que se suma la fuga de divisas.
Además, quitar los incentivos a la energía renovable significaría un incremento en la matriz térmica lo que sería un retroceso.