El comerciante fue ultimado a disparos mientras se comía un pedazo de piña, en un puesto de venta de frutas, en el centro de la ciudad de Tela, Atlántida.
De acuerdo con testigos, el hecho sucedió este jueves en la mañana a pocos minutos que Napoleón Núñez había llegado a sentarse en una silla plástica y pidió un pedazo de piña.
Repentinamente llegaron dos hombres a matarlo a balazos para después huir en una motocicleta con rumbo desconocido. Luego del crimen, la Policía cerró por varias horas la calle y eso molestó a muchos, diciendo que mejor se fueran a buscar a los asesinos y no atrasaran el tráfico de vehículos.
Núñez fue dueño de las desaparecidas discotecas “River” e “Iguanas” y actualmente era el administrador de un hotel de la ciudad.
Una de las versiones sobre la muerte de Núñez, es que fue por equivocación, y que el blanco era otra persona. Quienes conocieron al ahora occiso lamentaron su muerte y decían que no merecía morir de esa forma.