SAN PEDRO SULA.- Eduardo Meléndez Lara, un joven sampedrano de 23 años de edad, cumple hoy 1 mes de estar encarcelado bajo sospecha de haber violado y asesinado a su sobrina de 18 meses de edad.
En el momento de su detención, saltó a la atención el hecho de que algunos medios impresos hicieran énfasis en el supuesto estilo de vida de Eduardo Meléndez.
Publicando incluso comentarios de supuestos familiares que indicaban que Meléndez habría cometido el crimen bajo los efectos de droga.
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Acusación que nunca fue comprobada. Si tal sospecha influyó en el accionar de la policía, ¿por qué no se llevó a cabo un examen toxicológico al capturado de manera expresa?
Por otra parte, una persona que está relacionada al caso -pero que prefiere mantenerse en el anonimato-, reveló a El Periódico.HN otros detalles importantes respecto al caso.
Siendo, en primer lugar, que el ADN de Eduardo Meléndez no fue encontrado en el cuerpo de la pequeña.
Cuando el hecho ocurrió, se encontraban varias personas en la casa donde supuestamente ocurrió el crimen. Esto quedó bien documentado al inicio del caso.
Aún así, a nadie más se le han realizado pruebas de ADN ni se le ha investigado, según la fuente.
En tanto así, que las autoridades parecen cerradas en acusas al joven Eduardo Meléndez.
Los padres de la menor lo defienden
Tanto el padre y la madre de la bebé han defendido la inocencia de Eduardo desde un inicio.
«Lo están acusando sin pruebas y sin base, tenemos el dictamen de Medicina Forense y no le pusieron la causa de muerte», ha declarado el padre de la menor.
“Me mandan a mi hija con esto y luego me dicen que fue mi hermano porque era el único adulto en la casa”, comentó.
Al respecto, también agregó que las autoridades apuntaron a él por ser el único mayor de edad en la casa cuando ocurrió la muerte. Sin embargo, en el hogar habían dos personas más que han testificado que Eduardo se encontraba en el baño al momento en que la niña murió ahogada en una piscina.