El congresista Jari Dixon Herrera aseveró que el Partido Nacional pretende controlar al nuevo Poder Judicial con el objetivo de disolver la actual junta directiva del Legislativo.
“Ellos quieren controlar la Corte Suprema de Justicia, para disolver el Congreso Nacional o declarar ilegal a la junta directiva, ese es todo el cuento que tienen. Incluso aspiran a que no se elija una nueva, porque quieren seguir con la actual”, expresó.
Asimismo, aseguró que como oficialismo no permitirán que nuevamente el nacionalismo ejecute un nuevo acto antidemocrático.
“Clarito con el panorama en el que actúan estos señores, que tenga cuidado que esta vez no vamos a permitir un nuevo golpe de Estado, que después no digan que es persecución política, porque ellos están queriendo destruir la democracia como ocurrió en 2009”, dijo.
Además, denunció que empresarios corruptos y el crimen organizado pretenden que abogados afines a sus intereses integren el nuevo pleno de la Corte Suprema de Justicia.
Por su parte el diputado nacionalista, Erick Alvarado, indicó que es momento de poner fin a la discusión sobre la legalidad de la directiva del hemiciclo.
“La junta directiva es ilegal porque no se eligió con los votos de todos los partidos. La bancada del Partido Nacional ha ofrecido en diferentes ocasiones los votos para legalizarla y para ser ratificada”, arguyó.
Agregó que la legalización de la directiva del Congreso Nacional debe ser antes de la elección de segundo grado para que después no surjan especulaciones.
“Así quitamos la atmósfera que queremos darle golpe a la directiva. Hagamos las cosas bien y dejemos de estar con nubes falsas solo por crear controversia, busquemos elegir una Corte Suprema de Justicia con los mejores hombres y mujeres que saldrán en la nomina final”, declaró.
