La sopa de tortas de pescado seco estará ausente en la mesa de decenas de hogares de escasos recursos por el fenómeno de especulación, que ahora se traslada al precio de este alimento con alta demanda desde la antesala de Semana Santa.
Consumidores organizados adelantaron que este caldo de pescado seco, con masa de maíz, prácticamente será un lujo para hogares pobres por el alto costo que registra el huevo, otro ingrediente indispensable para la elaboración.
El cartón de blanquillos grandes sigue por las nubes a 150 lempiras en mercados y a 125 lempiras en la Feria del Agricultor y del Artesano, pero después de hacer enormes filas de hasta 40 minutos bajo el inclemente sol.
Esta temporada veraniega es única para el consumo de pescado seco y fresco traídos desde diferentes zonas a mercados y supermercados para su comercialización.
Comerciantes ya ofrecen desde sardinas hasta ejemplares de gran peso y valor, pero igual que con otros productos, sube de costo por influencia de intermediarios que compran en grandes cantidades a empresas, tripulación y pescadores artesanales.
Vendedores de mariscos del capitalino mercado La Isla confirmaron un aumento de diez lempiras, respecto al 2022, a un mes para el inicio de la Semana Santa, del 2 al 8 de abril del 2023.
La encargada del puesto Mariscos Puerto Grande, Lilí Corrales, informó que la libra de cecina cuesta 100 lempiras, el bagre lo ofreció a 80 y de robalo a 120 lempiras.
No obstante, el costo incrementa cuando el producto procede de la zona sur de Honduras, para el caso la libra de robalo sureño se disparó a 250 lempiras.