Grupos les están exigiendo el pago de extorsión a cambio de garantizar la seguridad de sus rutas y sus vidas.
La extorsión ha sido un flagelo persistente en Honduras, y en el presente año, se ha cobrado la vida de 42 conductores del transporte público en todo el territorio nacional. En la capital, Tegucigalpa, la situación no es diferente, ya que rutas como la de Nueva Suyapa hacia el Estadio Nacional también se encuentran paralizadas debido a las demandas extorsivas.
La paralización de rutas y la posibilidad de cierres permanentes son medidas desesperadas adoptadas por los conductores que se ven atrapados en medio de esta crisis. Las autoridades locales y nacionales han sido instadas a tomar medidas para abordar esta problemática y garantizar la seguridad de los trabajadores del transporte público y la movilidad de la población en general.