La final de Messi
Doha – A sus 35 años, campeón de todo menos el Mundial, con 22 victorias en sus 31 finales a único partido de su impresionante recorrido con el balón, Qatar 2022 repondrá a Lionel Messi ante un partido único, ante la final de las finales, ante el asalto a la cima del planeta, a la eternidad que ya de por sí había logrado, ante la oportunidad de emular a Diego Armando Maradona en México 1986 y frente a la ocasión de traspasar su última barrera.
Desde hace 36 años, desde entonces en el estadio Azteca, Argentina no es campeona del mundo. Lo ha sido dos veces a lo largo de su historia, entonces y en 1978. Nunca lo ha sido Messi, la figura que concentra más que nadie el anhelo de un país y una selección por reencontrarse con la copa dorada. El desvelo del mejor jugador de la historia para muchos. Un futbolista único que ambiciona una pieza única. En su último Mundial. Todo… O nada.

«Hace un tiempo de acá para atrás que vengo disfrutando mucho de la selección, que vengo disfrutando de lo que va pasando, ganar la Copa América, la llegada de este Mundial con 36 partidos invicto y terminar todo esto en la final del Mundial es increíble», explicó en la zona mixta del partido del pasado martes de semifinales contra Croacia, a la que marcó un gol -el quinto suyo en esta competición, uno en cada una de las eliminatorias y dos en la fase de grupos-. También dio otro, el 3-0 a Julián Álvarez. Ha participado en nueve de los doce tantos de su selección.
Ya ha sido campeón, por fin, el 11 de julio de 2021, con la selección mayor argentina, cuando ganó la Copa América a Brasil (1-0) en el estadio Maracaná, a las órdenes del actual seleccionador, Lionel Scaloni; con un gol de Ángel Di María y con casi todos los mismos compañeros con los que desafía un título hasta ahora imposible para él: la Copa del Mundo, tan cerca en Brasil 2014, cuando cayó en la final ante Alemania, en la prórroga, por 1-0, y tan cerca ahora, cuando el próximo domingo salte al campo del estadio Lusail contra Francia.