El príncipe Harry, hijo menor del rey Carlos III, confesó en su libro “En la sombra” que había matado a 25 soldados de Afganistán entre 2012 y 2013, palabras que levantaron ámpula en la organización terrorista Al Qaeda, que ya pidió asesinarlo.
“Cuando me encontré sumergido en el calor y la confusión del combate, no pensé en esos 25 como personas. Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, las personas malas eliminadas antes de que pudieran matar a las buenas”, contó el esposo de Meghan Markle.
Ahora, en una revista, Al Qaeda pidió venganza contra Harry. “Dar paso a las manos islámicas para que sean ellas las que se tomen su justa retribución, ya que los crímenes no caen por estatuto de limitaciones, y los hombres correctos corren tras él, y alabado sea Alá, Señor de los Mundos”.