
«Fui al concierto de Taylor Swift y pensé que solo había una persona que podía poner el mundo patas arriba, pero ahora hay dos. Lo que Messi le ha hecho al deporte en esta liga no se parece a nada que haya visto jamás», explica a un reducido grupo de medios el comentarista Taylor Twellman, de la MLS Season Pass en Apple TV.
También impulsa esta obsesión por ver jugar con la camisa rosa a Messi el hecho de que el astro argentino triunfe siempre que pisa el campo. Hasta ahora ha marcado once goles en nueve partidos y ha ayudado al Inter Miami a arrasar en la Leagues Cup y clasificarse para la final de la US Open Cup.
Un ejemplo de esta Messimanía es el caso de Eli, un niño de once años que vive en Nueva Jersey y que normalmente apoya a los New York Red Bulls, pero que ayer se puso el 10 de Messi para ver a su equipo jugar en casa contra el Inter Miami.
Fuera del estadio, muchos vendían imitaciones de la nueva camiseta del jugador de 36 años por 35 dólares (unos 32,42 euros).
No obstante, la camiseta oficial la vende Adidas y en su web cuesta entre 100 y 180 dólares dependiendo del modelo.