La vicepresidenta argentina está acusada de haber cometido presuntas irregularidades con dinero público, por lo que la Fiscalía pidió una condena de 12 años de prisión e inhabilitarla para ejercer cargos públicos de por vida.
Según Fernández, quien ha sido diputada, senadora, primera dama y presidenta de Argentina en dos ocasiones, el “partido judicial” reemplazó al “partido militar” en la región tras la caída del muro de Berlín, cuando las dictaduras ya no eran tan bien vistas, y por eso varios líderes de Suramérica han sufrido “lawfare” (persecución de los adversarios por vía judicial).
Según la vicepresidenta, lo que ha ocurrido con Lula y Correa es lo mismo que está pasando con ella pues le están violando sus garantías constitucionales y todas las acusaciones que le hacen “son mentira”.
“Cuando se violan todas las garantías, cuando el juez dijo una cosa y hoy dice otra en base a una denuncia que hizo el gobierno (de su principal opositor, el expresidente Mauricio) Macri, obviamente habrá una condena”, señaló.