Por: Carlos G. Cálix*
El Cohep enciende las alarmas sobre el empleo en Honduras. “Con una fuerza laboral de cuatro millones de personas, es alarmante que 2.3 millones enfrenten problemas de empleo”, expresó Mateo Yibrín, presidente del gremio de empresarios. Datos que reflejan que, desde el 2022 no se crea empleo y que las iniciativas emprendedoras se cortan en pedazos pequeños, al mismo tiempo en que el gobierno de la presidenta Xiomara Castro maquila el caos económico.
El fracaso de empleo del gobierno de Castro y su constante impulso a la Ley de Justicia Tributaria es sumamente evidente. En 2022, la fuerza de trabajo evidenció una reducción de 2.5% del empleo, según la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística. Por su parte, en la Propuesta Pacto por el Empleo, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) contextualiza: “en 2018 el desempleo afectaba a más de 245,000 personas; para el 2022, este problema ha escalado hasta alcanzar a más de 356,000 hondureños. Aunque la subocupación ha registrado ciertos descensos en el último quinquenio, el hecho de que más de 2 millones de personas en Honduras aún trabajen bajo estas condiciones es un motivo de profunda preocupación”.
En tal sentido, el dato de PIB vuelve a reflejar las sombras de una economía estancada. El gobierno se alegra por las estimaciones de crecimiento, sin embargo, el crecimiento económico para el segundo trimestre de 2023 se ubicó en aproximadamente un 1.3% en comparación con el primer trimestre y un crecimiento de 3% de forma interanual según datos proporcionados por el Banco Central de Honduras (BCH). Datos de estancamiento que denotan una situación en la que la economía, durante un periodo de tiempo prolongado, crece muy poco o no crece.
Para Navidad y fin de año hay poco que celebrar con un comportamiento decreciente en la inversión nacional, derivado de la disminución en los niveles de inversión extranjera directa que ha experimentado el país en los últimos años, junto con la incertidumbre política, la inestabilidad económica internacional, las tensiones geopolíticas y el endurecimiento de las condiciones financieras a nivel internacional, según el Boletín Económico publicado en octubre de 2023 por el Cohep.
Para Navidad y Fin de Año hay poco que celebrar. La inflación en septiembre cerró con un aumento del de 6.13%. Los hondureños compran menos huevos, lácteos, carnes, frutas y verduras con más lempiras. Definitivamente el fenómeno monetario analizado por Milton Friedman, se vuelve notablemente evidente mes tras mes con una incertidumbre galopante camino a las fiestas decembrinas. Indudablemente en menos de 45 días el aumento en los precios de productos antes mencionados se podría duplicar. El pollo, el pan, las salsas, el maíz, la carne e inclusive los estrenos de Navidad estarán más caros. Para los hondureños, menos sándwich, menos tamales, la misma ropa para la Nochebuena y mayor desesperanza para enero de 2024. Nos salvan algunos rubros, pero las familias y empresas siguen sufriendo, con el consumo de los hogares en picada.
Los recientes estudios efectuados por Macrodato lo confirman. En septiembre de 2023, el 33.2% de los hondureños consideraba que la falta de empleo es la problemática más importante a la cual se debe prestar atención actualmente en el país. En octubre, la demanda específica sobre el empleo aumentó al 36.2% y, si a esto se le suma la problemática relacionada con la pobreza y la falta de protección social, la preocupación de los hondureños se eleva al 71%. En este sentido, ¿qué espera la población en noviembre de 2023? Puedo adelantar que el próximo informe nacional titulado “Ciudadanía y los candidatos independientes”, brindará datos de impacto, por ejemplo, que el 78% de los hondureños espera que se reduzca la corrupción, que mejore la economía y que haya suficientes fuentes de empleo. Técnicamente 8 de cada 10 hondureños hacen este requerimiento.
Honduras definitivamente no crece, se endeuda. De hecho, en 2023 la Deuda Pública registra un aumento del 12%, los gastos en Infraestructura y Transporte reportan un incremento del 87%. A esto se le suma la errónea decisión restrictiva sobre el acceso a dólares en una pequeña economía como la hondureña. El cierre de empresas persiste, la destrucción de empleos no se detiene. La extorsión y la ciberextorsión siguen en aumento, la energía continúa siendo cara e inestable, las carreteras un desastre y de aduanas hay mucho que hablar.
El PIB rebota en una economía estancada, se destruyen miles de empleos y aumenta el número desempleados, pero el gobierno sigue disparando la deuda pública rompiendo su propio récord, generando incertidumbre en los mercados y aumentando el riesgo país mediante una política exterior deficiente.
*direccion@macrodato.com Carlos G. Cálix es doctor en ciencias y director general de MacroDato. Director del Consejo Académico de Fundación Eléutera. Posdoctorado IIESS-CONICET.